Ende está considerada por muchos historiadores como la primera artista femenina en la península Ibérica de la que se tiene constancia, incluso de Europa. Hablamos de una miniaturista, posiblemente monja, del Siglo X. Ende iluminó con maestría y belleza el Beato de Gerona y su nombre figura en el colofón del manuscrito “Ende pintrix…”.
En Toro, en la iglesia de San Sebastián de los Caballeros, depositaria de los frescos mas bellos del gótico lineal en Castilla y León que fueron rescatados del Convento de Santa Clara, existe una leyenda en uno de ellos a modo de firma que dice “Teresa Díez me fecit”.
Existe un debate entre quienes defienden que se refiere a la artista que los creó y los que piensan que fue la comitente, es decir quien los encargó y pagó. No obstante desde mi punto de vista es igual de importante una circunstancia que la otra, pues también hay que comenzar a reconocer el papel tan importante que tuvieron muchas mujeres, no sólo como creadoras, sino también como patrocinadoras de las artes y de la cultura.
Es a partir del Siglo XVI, cuando empiezan a surgir artistas de manera progresiva, dejándonos un legado de obras de primera magnitud. En la actualidad son cada vez más las mujeres que están en primera línea del panorama artístico nacional e internacional.
Este acontecimiento artístico, cultural y social, escribirá sus páginas propias del arte realizado por mujeres desde el Siglo XX hasta nuestros días, por lo tanto la elección de artistas que aquí aparecen se ha hecho teniendo en cuenta el objetivo fundamental de La Iberoamericana de Toro: difundir la producción artística de mujeres de Iberoamérica en el Siglo XXI, no exento de un plano de reivindicación de igualdad aún pendiente de consolidarse más allá de los pasos avanzados hasta la fecha y claramente insuficientes.
Para ello la selección de artistas de esta 1ª Edición de La Iberoamericana de Toro pretende mostrar diferentes discursos artísticos, maduros, plenos de identidad propia y producto de una larga investigación y dilatada carrera de creadoras en diversas disciplinas y soportes de las artes visuales, con una visión propia con resultados tan contundentes que nos abocan a reflexionar sobre la inocua necesidad de preguntarnos el sexo de su autor, interactuando razón y conocimiento exclusivamente en el planteamiento estético y conceptual entre creador y espectador.
Victor del Campo Yllera
Comisario de la exposición
Toro es un museo. Sus iglesias y espacios históricos acogen este verano una muestra que reúne obras de artistas contemporáneas, bajo el título La Iberoamericana de Toro.
Razones no faltan para que Toro se haya convertido en la ciudad pionera en acoger esta exposición en su primera edición.
Es una ciudad monumental con poderosos lazos con América, ya que el vino de Toro fue el primero en llegar al continente americano, además de ser el municipio donde Carlos V naturalizó como castellano a Américo Vespucio. Un enclave privilegiado, donde 10 artistas mexicanas mostrarán su trabajo más actual.
La Diputación de Zamora, como no podía ser de otra forma, es colaboradora de esta singular muestra, cuya iniciativa cultural parte del Ayuntamiento de Toro y del Gabinete de la Sociedad de Amigos de las Artes.
En total más de 30 artistas y 150 obras tendrán presencia en la localidad, ya que a la decena de artistas procedentes del país azteca se unen una veintena de artistas españolas de reconocido prestigio nacional e internacional. Durante el evento se rendirá merecido homenaje además a la artista toresana Delhy Tejero a través de los encuentros que llevan su nombre.
Tradición, cultura, historia, patrimonio, junto a la hospitalidad de los toresanos y de los zamoranos de toda la provincia se unen en la expresión contemporánea de "La Iberoamericana" una muestra con la que Toro y la p rovincia de Zamora vuelven a revitalizar el circuito de exposiciones internacionales, tras un año y medio muy duro a causa de la pandemia que nos ha tocado sufrir.
Con prudencia y siguiendo todas las medidas sanitarias oportunas, os invito en nombre de La Diputación de Zamora a disfrutar de este singular y magnífico evento, y de la ciudad de Toro.
El festival de arte contemporáneo La Iberoamericana de Toro se plantea en cinco espacios singulares de la ciudad de Toro; por un lado la Casa de la Cultura, y por otro, el interior de cuatro espacios sacros; la Iglesia de San Agustín, la Iglesia de San Lorenzo El Real, la Iglesia de San Sebastián de los Caballeros y por último la iglesia del Santo Sepulcro.
La Iglesia de San Lorenzo el Real, de estilo románico-mudéjar, es la iglesia más antigua y mejor conservada en su estilo superpuestas de arcos repetidos rítmicamente, como el sistema de arcos semicirculares que dan forma al interior del ábside, o los nichos, también rematados con arcos, distribuidos por el resto de la iglesia, fueron el punto de partida para la propuesta museográfica del proyecto.
El arco es el recurso por excelencia en la construcción sacra, y la evolución de su forma ha ido definiendo los diferentes estilos arquitectónicos a lo largo de la historia. La propuesta museográfica recoge la influencia de este elemento, con el que dar forma a los muros y expositores que se utilizarán para crear los diferentes espacios dentro de las iglesias, donde mostrar la obra de las artistas.
SMART&GREENDESIGN
Inés Vila & Fernando Muñoz